viernes, 18 de mayo de 2007

Una diferencia entre inspiración y plagio

Yo recuerdo haber leído en algún lado una crítica musical de plagio sobre lo que voy a escribir a continuación con la que nunca estuve de acuerdo, y siempre me resultó un caso interesante para ilustrar la diferencia que existe (a mí entender) entre una obra "inspirada" en otra y el plagio (aunque no sé si a alguien le pudiera interesar). Este caso particular trata sobre la música de una película comparada con una pieza escrita a principios de siglo.

"Los Planetas" es una suite orquestal de siete movimientos, escrita por un inglés llamado Gustav Holst entre 1914 y 1916. Cada movimiento representa mediante la composición musical el espíritu de las figuras mitológicas con que se identifican a cada uno de los planetas conocidos hasta entonces. Así, las piezas se llaman Venus, Júpiter, Mercurio, Saturno, Urano, Neptuno y, finalmente, la pieza que a mí me interesa, Marte. El compositor añadió una breve descripción del espíritu asociado cada personaje de la mitología y a cada movimiento de su obra, de manera que Mercurio es "el mensajero alado", Urano es el "mágico", Neptuno es el "místico" y Marte, por supuesto, "el que trae la guerra" (en inglés, the bringer of war).

"Gladiador" es una película bastante conocida. Desde que salió hizo furor, y si no me equivoco su fama y popularidad contribuyeron a catapultar al estrellato a ese hasta entonces desconocido australiano grandote. Como toda superporducción hollywoodesca (sí, ya sé que se suele decir hollywoodense, pero la connotación no es la misma) de gran presupuesto, logra recrear muy bien los ambientes de la Roma antigua.

En una escena particular de lucha en el Coliseo, bastante sangrienta como debe ser (lo que abre el debate de la violencia en el cine, pero aunque es interesante esto me haría tirar varios párrafos más de reflexiones, ideas y comparaciones, sobre todo considerando que ya tengo varios metros de páginas de Internet leídas sobre la cuestión de la violencia cuando hice el ensayo para la facultad, lo que estiraría el tema lejos de la cuestión), la música del alemán Hans Zimmer compuesta especialmente para dicha escena, "dicen" que es un plagio del "Marte" de Holst.

Mejor escuchar.

Ésta es la obra de Holst. A mí me gusta. No sé si al que alguna vez lea esto también. Pero si no interesa oír la totalidad de la pieza y da lástima haber empezado a leer esto sin ver cómo termina, los momentos más importantes se encuentran a partir de los 58'' y hasta los 2' 15'' y luego en los 3' 20'' y yo cuento hasta los 4' 19'' donde explota todo, pero lo que sigue también. (Salvo que el lector tenga una conexión bastante veloz, hay más cosas para leer mientras esto carga hasta las partes relevantes, aunque también es posible comenzar a escuchar desde el principio, una práctica que, aunque pueda ser aburrida si los gustos musicales son otros, todavía no mató a nadie. Y muy recomendable es poner en pausa el reproductor que está a la derecha bajo el archivo de las entradas anteriores.)





El tema de Zimmer es el que sigue. Titulado "Horda Bárbara", o "Barbarian Horde" (yo soy partidario de nombrar las piezas en el idioma en que fueron nombradas, pero no lo hago a riesgo de quedar tildado como un globalizado de cuarta), tiene sus momentos interesantes a partir del 1' 54'' y hasta los 2' 52'', y una segunda etapa a partir de los 3' 20'' y hasta los 5' 20'', pero creo que salpicado en partes anteriores y posteriores a estos límites también.





Está claro que ambos temas logran su objetivo. "Marte" tiene un particular ritmo obsesivo, sobre todo en las percusiones hacia el final de la pista. "Barbarian Horde", también. Los sonidos fuertes, estruendosos y a veces desafinados (disonantes) son usados para representar la intensidad de una batalla. Marte era el dios de la guerra. Y es más: en una escena de "Gladiador", una estatua del dios aparece. Y acá está la diferencia entre el plagio y la inspiración. Aparece sola en la frase anterior.

La identidad musical del "Marte" de Holst con la "Horda Bárbara" de Zimmer está vinculada con la historia del mundo romano y, por ello, también con los gladiadores. Partes de la música utilizada durante el combate en las arenas del Coliseo se usan en una de las primeras escenas de la película, donde los romanos se agarran con un ejército de germanos. Marte, dios, guerra, Roma, gladiadores. La obra de Holst no es plagiada; es tomada como punto de partida. Establecidos los ritmos y el tono de su composición, Zimmer construyó un ánimo similar. No la copió: se inspiró sobre ella.

Si Zimmer hubiera querido buscar una salida fácil, se habría plagiado a sí mismo, ya que la composición de música para películas de acción no era algo que no hubiese intentado antes. De hecho, todo lo contrario: cuenta con una vasta experiencia y kilómetros de barras escritas que podría haber toqueteado un poco ahí, acá y allá para lograr algo más o menos nuevo pero no tanto. La relación que se tiende al final entre Marte como dios de la guerra, el mundo antiguo, Roma, los gladiadores y la lucha como constante histórica es más fuerte que la simple sentencia de un plagio.

(Un ejercicio muy interesante es poner ambos temas al mismo tiempo y probar el volumen y la posición de ambas a diferentes niveles para ver de qué manera se complementan.)

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