lunes, 21 de mayo de 2007

Tragedias


La verdad que las malas noticias a veces son sólo malas y otras son fatales, terribles, pésimas, en suma, una mierda.

Mi historia con los parciales y con la ideología que hay detrás es larga. Y yo estoy consciente de esa cuestión. A veces pienso que puedo estar exagerando, y que la verdad solamente creo lo que creo porque le tengo pavor a la angustia previa a los exámenes. Racionalizo todo el asunto; me digo que todos pasan por lo mismo, pero que posiblemente por una razón, esta angustia, que se puede traducir en desprecio por la lectura y relectura hasta el hartazgo de algo que realmente nadie sabe si lo sé, y de últimas parece que tampoco a nadie le importa si lo sé porque el requisito que imponen es que uno repita algo que, si uno estudió, es capaz de reproducir sin analizar (es decir que memorizar conllevaría los mismos resultados), lo que no supone necesariamente el que yo lo haya entendido, me resulta intolerable porque sigo siendo un niño inmaduro. Y esto quiere decir que uno tiene que aprender que la vida muchas veces se trata de hacer también lo que a uno no le gusta (lo que abre el debate trascendentalmente filosófico de que en realidad estudio algo que me gusta y me gustaría aprender, pero no estudiar para repetir de memoria, es decir, sentir esa angustia). Y pienso en esto largo rato. Hasta que lo converso con mi profesora de taller de expresión, quien piensa que tengo razón en algún sentido, y que las exigencias de reproducir lo que uno leyó no implica el conocimiento de lo que ha leído. Entonces me angustio, porque quiere decir que no estoy tan equivocado.

Y después miro todo lo que tengo que estudiar (memorizar) y me angustio más todavía.


Pero el lado positivo es que mi trabajo de taller de expresión audiovisual salió casi de corrido mientras viajaba en el colectivo desde el taller hasta casa. Tengo escritos los primeros cinco planos del guión literario y faltan cinco más por lo menos, pero ya los tengo pensados. Igualmente lo peor del asunto es dibujar un storyboard de toda la secuencia, que, aunque sean tres escenas y diez planos como mínimo, lo que implicaría dibujar a mano unas diez viñetas o más, es algo que no le pueden exigir a alguien que se maneja mejor con las palabras. Sobre todo a alguien que casi se lleva dibujo.



Y la sola idea de presentar un dibujo pedorro me petrifica, sabiendo que tengo que hacer todo antes del jueves (y agregar al storyboard tres planos de los lugares donde se desarrollan las escenas con los movimientos y ángulos de cámara, números de plano y movimiento de los personajes junto con el guión técnico que ya empecé a escribir), al mismo tiempo memorizarme trescientas páginas de apuntes, ir a clases (que no sé todavía si hay o no por el paro que se decretaron los docentes esta semana), y angustiarme. Pero seguro que tiempo de angustiarme voy a encontrar. No sé si para todo lo demás.
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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Nahuel, todos pasamos por lo mismo, especialmente 12 hs. antes del parcial en cuestión, que es el momento donde tomás conciencia que podrías haber estudiado más si hubieras empezado antes, y que ahora no te van a entrar las dos últimas unidades para el parcial, por más que las leas 250 veces, en esas pocas horas de espera.
Si uno lee con atención, en el párrafo anterior está la solución: hacer las cosas con más tiempo... Pero, es tan fácil decirlo...
Yo creo que uno estudia de acuerdo a como el profesor da una clase, y de lo que espera de cada alumno en el parcial. Entonces es ahí donde aparecen estos retrógrados que esperan que sepas los 25 pasos para implementar un nuevo método de trabajo, los 8 sistemas que introdujo Onho, o los 14 puntitos de la teoría administrativa de Fayol (Ejemplos aplicados a mi carrera).
A esta altura (con 3 años de facultad al hombro) creo que no importa si el profesor no está interesado en confirmar si vos sabes o no un tema, sino en tratar de llevarse lo más que uno pueda de esa materia, pensando que ,cada cosa que uno aprende, lo acerca más a ser un profesional.
Finalmente, y como siempre, queda en uno decidir que hacer.

Nahuel dijo...

Cierto. Pero la cosa es que la nota es en definitiva lo que te termina complicando o no el modo en que vas a tener que afrontar el resto de la materia, y esa nota lamentablemente no depende de lo que el profesor espera de uno sino de si en todas las preguntas que contestaste, a criterio suyo, volcaste lo que te pidió, que es demasiado, de manera "expositiva", como dicen (que significa reproducir lo leído). Lo que me olvidé de escribir es que en esta cátedra la nota del parcial es o diez o uno, porque si te equivocás en cualquier nimiedad, la nota es inmediatamente un desaprobado. CHAN, ¿no?

Sol! dijo...

Digamos que te entiendo. Que me angustio y me frustro y me da bronca y no sé dónde meter la angustia (sin doble sentido, por favor). Las pocas veces que estudié de memoria (léase teoría de Peirce, por ejemplo) me fue pésimamente en esas preguntas. Si te sirve de consuelo, por más que VOS tengas que estudiar de memoria (por exigencias externas a uno: a todos nos pasa y nos seguirá pasando), vas a estudiar comprendiendo. Cualquier persona que te conozca un poco sabe eso, Nahu.

Mirá lo que dicen mis apuntes sobre Storyboard:
"Pero lo que debe tener SIEMPRE en cuenta en lo que respecta a la confección de un 'storyboard' es que así como para escribir un guión técnico no se necesitaba ser un literato (parágrafo anterior), para hacer el story no se necesita saber dibujar. (...) hacer unos simples garabatos que se entiendan. O sea, que hay que dibujar más con picardía y capacidad de síntesis que con minuciosidad; precisamente las mismas cualidades que considerábamos imprescindibles para escribir guiones técnicos de cine".

Me gusta el último párrafo. Mucho. Es increible la capacidad que tenemos las personas para encontrar tiempo de angustiarnos :)

Un beso grande y fuerza, que como todo, esto también pasará pronto.

Nahuel dijo...

Gracias, Sol!

Finalmente ayer terminé por aceptar mi destino y supe que los dibujos no iban a ser la gran cosa (de hecho, todo lo contrario, así que dibujé mis primeros cuatro planos. Sí: son pedorros. Pero creo que se entiende la idea, y eso, como vos bien me comentabas, es lo que vale. Igualmente, Dios existe y hace paro, porque la fecha de entrega se me pospuso para la semana que viene, así que esta semana del terror hizo menos daño del que suponía. Igual tengo bastante que hacer. :(