viernes, 11 de mayo de 2007

338 + 10

Como a veces es difícil pensar un título para cualquier cosa que uno diga, y no poner ninguno es una herejía, se me ocurrió escribir en vez de una frase representativa del texto en su conjunto o de la idea o el tema, el número de palabras que tiene esa entrada. Claro que tiene el acierto y el buen interés de anunciar lo mucho o poco que uno se extendió mientras escribía, lo que cualquier lector casual podría agradecer. Así que este texto tiene 84 palabras. 85 contando "palabras". Entonces serían más. 91 ahora. No. Ahora son más. 98. No, 98 hasta "más". Y ahora son más. Ahora son 109 palabras. Hasta "109". En realidad ahora son 111, contando "Hasta '109'. Pero contando "en realidad ahora son 111, contando 'hasta 109'", entonces son 121. ¿Cuándo paro? ¿Cuento también las palabras de la aclaración o no? ¿Cuento hasta acá? ¿Cuento todo, hasta las palabras que anuncian la cantidad de palabras que tiene la entrada? Entonces son 163. Hasta "entrada". Pero ahora son más. Ahora son 172. Y son más contando "Ahora son 172". ¿172 es una palabra? ¿Los números cuentan? Si decidiera terminar la oración con "x palabras", ¿tendría que calcular esas dos palabras antes de haberlas escrito? Pero entonces el texto todavía no tiene "x palabras" sino "x palabras - 2". ¿Hay que aclarar esto? ¿Es una mentira si digo las palabras que tiene el texto antes de que las tenga? A mí no me gusta mentir. Ni preveer. A lo mejor tendría que escribir directamente el tiempo de lectura de la entrada, como hacen los diarios con sus notas. Pero ni mamado me leo y me cronometro. Eso es para gente más importante. Además no tengo cronómetro. ¿Habrá cronometros en Internet? Si está ese dibujito de la carita abrazando el Firefox y pegándole al IE, entonces debe haber. ¿Para qué me cuestiono si hay cronómetros en Internet cuando pienso que no soy tan importante? Entonces a lo mejor sí me creo importante. No sé. Este texto tiene 338 palabras. Hasta "tiene". Ahora son más. ¿Sumo el resto?