sábado, 12 de mayo de 2007

Blog 4

¿Qué hay detrás de un blog que se muere, o cuál es la razón de su agonía? ¿Qué hace que alguien deje de escribir? O peor todavía, desaparezca como si nada. Es una cuestión interesante. Porque los blogs quedan, pero las personas no dejan rastro.

Blogs como este tienen sólo una entrada. Puede tratarse de alguien que se arrepintió. O a lo mejor le pasó algo y no pudo escribir más. O se le acabaron las pocas ideas que tenía. O se murió. O quedó manco.

Interesante también es ver desde qué lugar escriben esas personas. Sus entradas pueden reflejar la actitud de alguien que comparte los hechos de su vida con los demás. O sus ideas, ocurrencias, anécdotas. Entre estas distintas posiciones hay mucha diferencia, porque suponen una distancia mayor o menor entre el lector y el autor. Compartir una anécdota no es lo mismo que compartir los hechos de tu vida. Lo mismo que compartir tus ideas o tus opiniones.

La idea de compartir tu vida, eso que hacés, eso que te gusta, o hablar o mostrar fotos de la gente que conocés, o de lo que hiciste, o de los lugares adonde fuiste de vacaciones puede verse como algo egocéntrico (o no, por eso el "puede verse" y no un categórico "es algo puramente egocéntrico"). La idea de blogs personales sostenidos por un solo autor supone que tenga, por un lado, un séquito de lectores voyeuristas, y por el otro un par de atributos necesarios para la supervivencia del blog, como una vida social rica, interesante o un sentido del humor y/o de la desgracia existencial que seduzca y haga perdurable el interés de los lectores, y una cantidad indeterminada de elementos en común con ellos.

El publicar la vida de uno y compartirla con otro supone que el autor considera su vida como algo interesante y digno de contar, porque nadie comparte una vida aburrida con nadie si no tiene nada que contar (excepto que se trate de un depresivo que cuenta las hormigas que pasearon entre las 8 y las 10 de la mañana por el alféizar de su ventana, o alguien con muy buen humor que transforme el menor de los acontecimientos en algo interesante). weblogs.com.ar, en su categoría de blogs "personales" exhibe una cantidad considerable de sitios plagados de descripciones de este tipo: "Un aburrido blog personal", "suma incontable de pelotudeces", "Hay que estar al pedo para tener un blog". La constante en cada uno de estos, además de que están muertos, es que minimizan su propia razón de ser. Lo cual puede revelar una de dos cuestiones: o bien el autor siente vergüenza de exhibirse a otros de manera expresa, por lo que matiza diciendo más o menos "lo que digo te lo cuento y me interesa que lo sepas (si no, no lo pondría para que lo veas) pero guarda que son idioteces sin sentido, no te creas que soy un egocéntrico"; o porque realmente cree que su vida es aburrida, o está diciendo una cantidad considerable de idioteces, o está gastando el tiempo y está buscando en el lector alguien afín que confirme sus creencias para que el autor acabe su vida lo más pronto posible dado el exceso de tiempo que no puede ocupar o lo patético de su existencia comparada con la ajena. Y también puede ser que las descripciones no guarden sentido con la intención del blog.

Y los otros tipos de blogs se diferencian mucho de los demás. Ideas, opiniones y anécdotas flotan por otro lado. En cierta manera es compartir algo muy íntimo con alguien, pero manteniendo una distancia algo más marcada entre lo personal. Si bien las ideas y las opiniones son algo muy personal, no son experimentadas por un lector de la misma manera que los sucesos de su vida cotidiana.

Es un tema muy complejo. Pero para sintetizar la cuestión del principio, sobre la muerte de los blogs, voy a recalcar lo que dije en una entrada anterior, y voy a sumar la idea de que nuevas herramientas disponibles en Internet (como mi imeem, que vi en muy pocos blogs contemporáneos y la posibilidad de adjuntar a las entradas videos de You Tube), junto a la popularidad creciente de la moda bloguística, hicieron multiplicarse la cantidad de autores que ahora se disputan un mercado reducido de lectores que pretenden largar la butaca y tomar el escenario.

1 comentario:

Sol! dijo...

Sabés que con frecuencia me pregunto lo que planteás acá, qué hace que alguien deje años y años un blog colgado en la red sin eliminarlo, sin explicar nada de nada. Es raro, ¿no?