miércoles, 31 de octubre de 2007

Debates

Estoy escribiendo un trabajo para una materia de la facultad, y tengo un problema grande. Cuando me leo, no me reconozco.
Yo creo que es porque no le encuentro el tono al texto, si hacerlo más bien tipo monografía o tipo ensayo.
Esta indecisión me está matando. Y la tengo que resolver cuanto antes para seguir escribiendo. El que lo vea, que ayude y deje una opinión. Tengo tiempo hasta el 13 de noviembre.

Rekiem


En un humilde llamado, invito a todos los lectores a colaborar y aportar a este blog, creativamente, con un término o una frase "K" que describa la desazón de la victoria de la reina Cristina.

Se apreciaría que fuera una sola palabra, como rekiem o kagados, por ejemplo.

Yo no la voté.

Saludos.

lunes, 29 de octubre de 2007

Rugby

(Trabajo para la materia Introducción a la Telemática y al procesamiento de Datos, cátedra Piscitelli, de la carrera de Ciencias de la Comunicación, Universidad de Buenos Aires)

Rugby.

Supuestamente jugado por primera vez en 1823 en la escuela de Rugby, universidad inglesa en cuyo honor se bautizaría el deporte, cuando un tal William Web Ellis, estudiante en dicha casa de estudios, durante un partido de fútbol, deporte que por entonces no tenía un conjunto de reglas escritas (y no las tendría hasta 1845), levantó la pelota del suelo y cargó contra sus adversarios en total desprecio de las “reglas” informales bajo las que se había acordado disputar el juego. El rugby fue reglamentado, legalizado y coronado como "deporte" en 1846.

El primer partido de rugby en Argentina se jugó en 1873, veintisiete años más tarde, luego de haber sido importado por inmigrantes británicos. La Asociación del Fútbol Argentino se crea en 1893, treinta años después de que se establecieran diez normas básicas.

En Inglaterra, el rugby y el fútbol fueron durante bastante tiempo la misma cosa indiferenciada.

El fútbol se practicaba con frecuencia en la Rugby School. Los estudiantes establecían unas normas básicas todos los años, pero antes de empezar cada partido se ponían de acuerdo sobre las reglas específicas que regirían el encuentro, por ejemplo, si valía alzar la pelota con las manos o tacklear al adversario. La picardía de Ellis estuvo en incorporar jugadas que hoy se atribuyen al estilo de juego del rugby, durante un partido para el que se habían acordado unas escuetas reglas, que hoy se asocian al fútbol moderno.

Hoy, además de la diferencia reglamentaria que separa a estos deportes que alguna vez fueran casi hermanos, existe otra que se relaciona con el modo en que se construyen valores alrededor de ellos.

Los valores están asociados al deporte de una manera tradicional, y es así que se habla de amistad, compañerismo y solidaridad, o hasta incluso de respeto, y no es inusual encontrar que alguno de estos términos aparezca en una frase cuando se habla de cualquier deporte. O incluso cuando se lo critica, o se cuestiona el desempeño de algún jugador, y en ese contexto aparecen palabras del tipo “comilón”, o imperativos desesperados, que se emiten de manera irreflexiva frente al televisor o la radio: “¡pasásela!”: ejemplos que denotan la evidente existencia de la “solidaridad” en esta disciplina, pero no sólo eso.

Al margen de esta cuestión, es interesante observar que los valores construidos alrededor del fútbol y del rugby, por lo menos en Argentina y a propósito del Mundial de la IRB disputado en Francia entre septiembre y octubre de 2007 (que es el motivo de este trabajo), son muy diferentes.

También las concepciones que se tiene de uno y otro deporte son bastante distintas entre sí.

Por ejemplo, existe la idea de que el rugby es un deporte aristócrata, jugado históricamente por las clases altas de la sociedad Argentina, como lo demuestra una nota de Mario Wainfeld publicada en Página/12 ("Más templado, quizá por su edad, el cronista repara en que casi todas las aristocracias derivan del poder o del dinero pero buscan fundar su legitimidad en el honor. Y, en veloz descenso a la coyuntura autóctona, registra que el Mundial de rugby coincide con un curioso momento. Aquel en que dos egresados de universidades privadas gobernarán uno de los distritos más importantes. Mauricio, ya se sabe, egresó del Cardenal Newman, un colegio que “es” también un club de rugby"), y discutida por un lector ofuscado en una carta de lectores enviada al diario La Nación, recogida del portal “Periodismo de Verdad”.

Por esto yo encuentro interesante rescatar la historia del fútbol y del rugby, dos deportes que se institucionalizan casi al mismo tiempo en la Inglaterra imperial y la Argentina del modelo agro-exportador de la que tanto se ha escrito, gracias a las corrientes inmigratorias, inseparables de los desarrollos tecnológicos y sociales que se daban por entonces en este, nuestro país periférico de entramados de hierros paralelos que crecían, y de bosques de quebrachos que se extinguían al mismo tiempo.

Las razones que hicieron del rugby un deporte preferido por la aristocracia (algo que tampoco podríamos afirmar si es tal como lo dice Wainfeld), no tienen importancia, al menos para hablar de los valores. Porque el asunto está en cómo se ha difundido la imagen de lo que “supuestamente es” el rugby en las publicidades televisivas (o “spots”, si se prefiere) que se fueron distribuyendo con obsesión creciente en las cadenas de televisión por cable ESPN y ESPN+ a medida que el Seleccionado Nacional derrotaba a sus adversarios.

Publicidades

Resucitando estrofas del Himno Nacional



En esta publicidad de VISA, sponsor oficial del Seleccionado Nacional de Rugby, se apela a un sentimiento nacionalista a partir de estrofas olvidadas del Himno Nacional. El efecto no es casual. La letra del Himno, escrita por Vicente López y Planes, en su versión completa y original, muy poco diplomática para los estándares de hoy en día, era fruto de una inspiración patriótica. En 1813 la Nación pasaba ciertamente momentos decisivos. El acierto de la agencia publicitaria es casi milagroso, y hasta conmovedor: una ensalada de sentimientos argentinos aderezando un suculento primer plato deportivo, irresistible para la mayoría: un equipo argentino (de lo que fuere) disputando una competencia de nivel internacional contra otros equipos no argentinos (de lo que fuere).

(La letra completa y el Himno en MP3, acá.)

Es interesante recordar que el deporte no se encuadra en lo que se considera una categoría "profesional". El rugby no es "profesional". Es, por el contrario, amateur. Esto significa que los jugadores de rugby participan por amor al juego, y no reciben por ello remuneración alguna. Esto, que puede ser visto como algo de sumo peso emocional (nada más emotivo que un grupo de 15 jugadores "matándose" en el campo de juego por pura pasión al juego), no es explotado en términos publicitarios.

Ave María Purísima



En esta publicidad de la cerveza Quilmes, Omar Hasan, pilar de los Pumas, le pone voz al Ave María de Schubert, de presencia extradiegética, que suena reverencialmente mientras los jugadores de rugby vuelan por el aire y los rostros de los argentinos se contorsionan y deforman de dolor.

El empleo de la música anempática se vuelve un recurso notable. El sensible arte de Schubert acompaña escenas de "violencia" que contradicen el aire majestuoso y espiritual del Ave Maria. En esta contradicción aparente entre imagen y sonido se encuentra el efecto que el spot busca generar en el espectador. La pasión y la entrega (el sacrificio, el dolor, el rendir físicamente cuando "no se puede más"), valores deportivos asociados al rugby, flotan entre los acordes sencillos y sentimentales de Schubert. Los argumentos de Wainfeld se perfilan ansiosos por aparecer cuando un comentario un poco metadiscursivo (inserto en forma de texto lingüístico) dice de lo que acabamos de ver "Sponsor de 15 animales/con corazón de caballero". Y entonces se puede especular libremente sobre si la elección del Ave Maria responde a lo que se entiende por "alta cultura", y si la asociación (de sentido común o no tanto) de dicho estrato cultural con las clases altas (y medio altas) se evidencia en la elección de la composición; o si por el contrario, lo "caballeresco" aparece en oposición al fútbol, un deporte que, al menos como lo considera el sentido común, se ahoga en actitudes deplorables que carecen de deportividad, si lo "caballeresco", en definitiva, se trae a colación como otro valor, que se asocia a las clases aristocráticas.

Yo diría que al menos en parte (haciendo un análisis superficial) esto no es así porque el Ave Maria de Shubert trabaja en un nivel emocional: no solicita conocimientos de música clásica de principios del siglo XIX porque no desa ser decodificado como símbolo de cultura, clases altas, aristocracias represoras y deportes sanos y decentes, que, por otra parte, es en cierta forma el objetivo que persigue Wainfeld en su nota (sus consideraciones en el artículo periodístico no guardan ningún tipo de relación con lo que yo estoy diciendo acerca de la publicidad, pero sí del rugby como deporte aristocrático). Más allá de la frase que se regodea en reconocer la propiedad, atribuida popularmente a la música, de que es el idioma universal, en este caso la melodía habla por sí sola en cualquiera de las dos consideraciones que se pueden hacer sobre su función en la publicidad:

  • Si la música está ahí para contrastar la belleza celestial con la violencia terrenal, encarnando valores positivos y admirables entreverados entre tackles y golpes (música anempática, extradiegética al menos antes de la aparición de Omar Hasan y la pequeña orquesta);
  • Si la música aparece ligada a los valores culturales, para oponer lo delicado a lo grosero o brutal de las imágenes que la acompañan.
En cualquiera de los dos casos, no hace falta ser un experto musical (ni un culto aristócrata) para entender lo que se intenta demostrar, ni lo que la publicidad busca enaltecer.

No hay razón




El intento más parecido a una reivindicación del carácter amateur del deporte y su estrecho vínculo con la pasión, es el (otro) spot de Quilmes que denomino, a falta de un título concreto, "No hay razón" (aunque la versión disponible en YouTube sea la que se puso al aire con motivo de un Test Match entre Sudáfrica y Argentina disputado el año pasado, la publicidad es la misma que se difundió durante el transcurso del Mundial). Como en el otro spot de Quilmes, el dolor es lo que contrasta con el valor pasional. "No hay razón para que a una madre le duela el tackle que se comió su hijo"(...) "No hay razón para jugar al rugby, porque al rugby... se juega con el corazón".

Encuentro que la publicidad funciona en un cierto nivel de ignorancia. Su "target" se revela parcialmente en el estilo. El rugby se presenta a los admiradores y seguidores frecuentes del fútbol (en cierto sentido, es el único deporte) como una extravagancia salvaje. Ver rugby se convierte en la contemplación audiovisual mediatizada de una guerra entre dos bandos de quince "animales con corazón de caballero". Es evidente que esta perspectiva con la que se pretende vender el deporte sólo puede apelar a quienes son legos e ignorantes en las mañas del rugby. Porque a pesar de todo, sus reglas son muy estrictas en cuanto a los despliegues de violencia, cuyos excesos penalizan con dureza, aunque los jugadores los cometan en el fragor de la competencia.

La realidad del rugby es diferente. Pero el parámetro desde donde se lo contempla es siempre el del fútbol.

Soy un Puma



Adidas presentó la publicidad "Soy un Puma", en la cual diferentes personas se enfrentan a situaciones que ponen a prueba su tolerancia al dolor, su resistencia física o su coraje. De manera parcial, al menos, se está fortaleciendo la misma idea que proliferaba en la anterior publicidad de Quilmes, como si la resistencia física, por ejemplo, fuera una característica asociada solamente al rugby. Se comprueba nuevamente el carácter pedagógico del spot, que ilustra a un público considerado en gran medida conocedor (¿sólo?) del fúbol, en qué consiste esto del rugby.

La pregunta es por qué resulta necesario ilustrar a un público conocedor (y ávido) de fúbol sobre el rugby. En parte, la respuesta es que debido a la presencia del Seleccionado en el Mundial de la IRB disputado en Francia, aunque también a que el espectador argentino de deportes goza al ver un seleccionado nacional disputarse un premio contra otros seleccionados, como se planteó más arriba. Este fenómeno es incluso más apreciable en el espectador argentino que no sigue con frecuencia los deportes. En tal caso, el Mundial, y las competencias internacionales de un tenor similar, pueden ser el único contacto con lo deportivo, por lo que es necesario construir un imaginario (una ficción, como diría Vicente Verdú) en el que se proyectarán los valores intrínsecos a la competencia deportiva.

Esto se evidencia en el siguiente spot publicitario.

No me arrepiento



Es muy probable encontrar que la pasión por un deporte está profundamente arraigada en (al menos) un sector del público cuando se la refiere en una publicidad que es acompañada por una canción de enamorados de hormonas en ebullición: se trata de la versión de un tema de Gilda que Ataque 77 interpreta en el anuncio de Quilmes.

El último spot hace de la pasión televisada y envasada una cuestión casi poética.

Benditos




De nuevo, Quilmes, sponsor oficial de la Selección Argentina de Rugby y de Fúbol, prepara un anuncio de poesía majestual, narrado por una voz desesperada cuya relato en off pone la piel de gallina. A modo de interpretante de las escenas de pasión y locura que describieron las imágenes y la narración, como un metadiscurso que pretende significar qué de qué se trataba todo eso que se aprecia en el montaje emotivo, sobre el final de la publicidad se oye lo siguiente:"...bendito ese momento que nos regala el fúbol, de poder cambiar nuestro destino, y sentir, otra vez, y frente al mundo, lo glorioso, y lo grosso, de ser argentino".

Es un sentimiento de nacionalidad que difiere mucho del que se habría imaginado Vicente López y Planes poco menos de doscientos años antes.

Resulta muy interesante ver ambos deportes cómo se comportan a la luz de las publicidades, que exhiben en gran medida lo que es el sentido común.

Ya lo dijeron algunos de los usuarios de YouTube que vieron la publicidad "No hay razón":


El usuario "Pipa30" está poniendo de manifiesto la tendencia creciente por la que se construye el nacionalismo. Él dice que apoya a los Seleccionados de rugby y de básquet, otro deporte que ha resurgido en la agenda mediática luego de una lujosa e impecable actuación en los Juegos Olímpicos que se disputaron en Sydney en 2004.

La maquinaria publicitaria que se pone en marcha revela que todo esto se trata sólo de una ficción. Algunos valores asociados al deporte son sinceros, pero la mayoría de los que enaltecen las publicidades son falsos. Están representando una realidad que no existe. No es ni siquiera una realidad distorsionada, es una realidad que, simplemente, no existe en ninguna parte.

La realidad del rugby es otra, menos violenta de lo que parece. El famoso ritual del tercer tiempo no hace más que apoyar este argumento. Se trata de la reunión de los jugadores de ambos equipos involucrados en el partido para distenderse en compañía de sus rivales. Puede hablarse de caballerosidad. O de cortesía. Un jugador violento no tiene lugar en los partidos de rugby. Esto es obvio. La agresión no es agresión, y no es personal. La "violencia" no escala en más "violencia", porque no existe. Y a la luz de esto, el "coraje" es menos "coraje", y la pedagogía publicitaria para persuadir al lego de que todo es una batalla campal en la que hay "coraje" y "violencia", revela que no importa el rugby. Lo que importa es la camiseta. La bandera. Lo "nacional". El ego.

Es un mal argumento el que habla del rugby como propio de una aristocracia, porque lo opone de alguna manera al fútbol, que es "popular" y del "pueblo" (porque popular cuando se habla de fútbol significa otra cosa); un fútbol que hace más negocios que el rugby, al menos en este país. Y los jugadores, estrellas (a veces millonarias), seres individuales, muchas veces sin idea de cooperación, ni de trabajo en equipo o solidaridad, son parte de una especie de aristocracia que el argumento ignora de manera misteriosa. El fútbol no es un deporte del pueblo que representa al pueblo. El "pueblo" está muy lejos de esos jugadores que supuestamente están en su lugar cuando se enfrentan a otros jugadores, que uno cree que están en lugar de otro "pueblo".

(Algunas notas recopiladas sobre esta cuestión, incluyendo la de Wainfeld.)

Lecturas

Estuve leyendo una interesante bitácora/blog que se respeta: Diario de un telemarketer.
Es una auténtica bitácora, porque registra los días de terror que se viven en un call center.

Leí todo el blog, interesadísimo en lo que leía, que además de divertido/patético/triste, está muy bien escrito. El periodista de Rolling Stone LA (nótese el "LA") Alejandro Seselovsky (es la primera ve que oigo hablar de él), se infiltró sagazmente en un call center Off Shore, como recalca, para ver cómo se vive la mierda desde adentro.

Un desastre.

Pero muy interesante.

Lo que me iba motivando para seguir leyendo, al menos a mí, era imaginar el final de semejante relación laboral de stress y desastre y agachadas de cabeza ante gentes imbéciles. Pensaba que en el día 28 o 29 se iba a empezar a pudrir todo y el tipo iba a salir volando como en una de esas fantasías que tiene la gente cuando acumula frustraciones, que piensa en insultarlos a todos, mandarlos a la mierda, diciendo "Tomen de acá, forros, ahora los deschavo a todos en una flor de nota porque soy periodista y soy un capo y soy más que ustedes que llevan esta vida de mierda por ignorantes o bestias, supervisores de mierda" y qué se yo qué más.

Pero el tipo se va conforme sólo con una mueca extrañada de una supervisora, después de que no va a trabajar un día, y cuando llega le dice que renuncia.

Yo lo digo nomás que para que otro no tenga la misma fantasía que yo sobre el final.

Pero en el medio, sepultado entre treinta entradas, hay unas delicias celestiales impensadas.

Absolutamente recomendable.

sábado, 27 de octubre de 2007

Karma

viernes, 26 de octubre de 2007

Equilibrio

Me encanta cuando esas personas que se desesperan por la vida sana, absorbiendo milenarias tradiciones orientales, leyendo libros de enseñanzas cuestionables, reacomodando creencias en una estantería de espejitos de colores, karmificando la existencia, yinyangueando la percepción, agradeciendo el delivery de comida china, yogueando la musculatura hasta el hartazgo, al agacharse de repente, al cruzar la calle sin mirar o al prender un sahumerio purificante cerca de unas cortinas que se agitan al viento, se topan de lleno con la vida, el destino y la ironía, en una forma muy occidental y new age.

jueves, 25 de octubre de 2007

lunes, 22 de octubre de 2007

Neuronas

A veces me pregunto, aunque no con mucha frecuencia, después de un día largo, o de ver quince o veinte segundos de televisión, o de hablar con un telemarketer con voz de adolescente aletargado por los avatares de un destino de incertidumbre conducido por un metabolismo hormonal, cómo se sentiría andar por la vida sin cerebro.

lunes, 15 de octubre de 2007

Blog Action Day


La propuesta era que cada blog escribiera algo relacionado con la cuestión del medio ambiente, así que después de una breve lucha con el HTML, esto es lo que se me ocurrió. No se trata de un compendio exhaustivo de nada, sino más bien de una síntesis sobre algunas cuestiones. Puse un índice al principio para abreviar el acceso a algunos contenidos. Algún día podría expandir más esto, y entonces sería un poco más útil que ahora.

2012

Cambio Climático

Calentamiento Global

Derretimientos

Biocombustibles

Fin



2012


El fin del doceavo baktun maya, compuesto por 144.000 días, o casi 400 años tropicales, ocurrirá el día 21 de diciembre de 2012.

El 19 de octubre del mismo año, a la 01.36 UTC (-03.00 hora local), la población mundial alcanzaría los siete mil millones de personas.

Riley Martin, un entusiasta de los extraterrestres, junto con otros oligofrénicos de muy variadas corrientes New Age, considera que el año 2012 marca la fecha aproximada en que los alienígenas vigilantes, o cuidadores, algo así como pastores de la vida humana en el planeta Tierra, quienes posiblemente fueran los que ayudaron a las civilizaciones primitivas a desarrollar precarias tecnologías, regresarán luego de un período de gracia durante el cual aguardaron en las tinieblas intergalácticas que la especie humana alcanzara un desarrollo tecnológico y social altamente avanzado, propicio para su retorno. (Nótese que las especulaciones sobre el regreso de los extraterrestres no significan algo necesariamente bueno: puede ser que los alienígenas quieran ayudar a la raza humana a evolucionar, o también guarden motivos secretos y siniestros de esclavitud o manipulación.)

El año 2012 también sería el año en que la producción de combustibles fósiles llegará a un punto de inflexión; a partir de entonces, el crecimiento tecnológico, basado en su consumo irrefrenado (que objetivamente no podemos suponer parejo a los niveles del siglo XX en los años venideros), se estancará. Se producirán las crisis evidentes e inevitables: el pico de la producción de gas natural en 2008; los apagones eléctricos que comienzan en 2012 se vuelven masivos; se alcanza el pico de la disponibilidad de agua potable en EE. UU., o sea, el fin de la independencia de América Latina, con sus recursos ilimitados y su Antártida fresca y sabrosa; el caos sanitario, la inanición y la malnutrición, la falla esperable de los sistemas de salud, y un largo y obvio etcétera.
(Nótese que toda la información se refiere exclusivamente a los devenires yanquis, porque ése es el parámetro que la línea de tiempo de la teoría de Olduvai —llamada así por la gruta de Olduvai en Sudáfrica—, considera.)

Las predicciones de dos libros con nombres que presagian éxitos de marketing, The Bible Code, The Nostradamus Code, The Orion Prophecy y, el mejor de todos, Apocalypse 2012: A Scientific Investigation Into Civilization's End, hablan de otras posibles formas de extinción. Entre las más populares se encuentra el asteroide que colisiona catastróficamente, vendavales, huracanes y otras tormentas del demonio, súper volcanes, la inversión de las funciones del campo magnético de la Tierra y las tormentas solares que pueden destruir todos los sistemas de comunicaciones y quemar los tendidos eléctricos sumiendo al planeta en la oscuridad y el caos.


Cambio Climático


La cuestión está de moda. Eso lo sabemos. Hollywood ya nos lo dijo. Pero con todo, me parece que no hay un conocimiento compartido del proceso del cambio climático que las personas sean capaces de resumir en unos pocos enunciados, lo suficientemente breves como para introducirlos en una conversación con el verdulero, el carnicero, la cajera del supermercado o el vecino, si por una cuestión de interés, conversaciones que siguen derroteros impensables, o disposiciones internas aparentemente azarosas o fortuitas, uno tuviera o quisiera hablar del tema con propiedad.

Por cambio climático se entiende:

...un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.

(Art. 1º, párrafo 2º, del tratado de Cambio Climático de la ONU.)
Cambio climático es, en realidad, cambio climático antropogénico.


Calentamiento global


El famoso efecto invernadero, producido por la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera. La luz y las radiaciones solares llegan a la Tierra, pero no pueden escapar. El calor se acumula, la temperatura promedio del planeta se eleva, y los casquetes polares se derriten.

Las emanaciones de CO2 provienen de fuentes diversas:



Derretimientos


El albedo es el factor que regula la refracción de la luz solar sobre el suelo. La nieve y el hielo que se acumula en las zonas polares tienen una gran capacidad de devolver esta radiación de nuevo al espacio. Pero la acumulación de gases en la atmósfera impide esto. Como consecuencia, la temperatura aumenta, los hielos se derriten, menos radiación sale, más queda, más aumenta la temperatura, menos hielos sobreviven y así el círculo vicioso sigue y sigue. El maltrato del suelo también afecta el albedo, debido a que diferentes tipos de suelo y diferentes usos de la tierra comportan niveles distintos de refracción de la luz solar. La destrucción de los bosques altera la capacidad de absorción del CO2: una hectárea de árboles, por ejemplo, es capaz de reciclar en un año el dióxido de carbono producido por cuatro familias durante ese tiempo.

El derretimiento de los hielos garantiza un aumento del nivel del mar. Produciría grandes inundaciones y desastres terribles. Pero más importante aún, podría alterar la circulación termohalina, la circulación de las corrientes que llevan gradualmente el agua tibia de los trópicos hacia otras los polos. Esto es elemental: sin este equilibrio entre las corrientes, no existiría el clima templado característico del planeta. El efecto negativo se producirá por la contaminación del agua salada, debido a la gran cantidad de agua dulce que ingresa a causa del derretimiento: las masas polares están hechas de agua dulce. La alteración de las corrientes podría marcar el inicio de una nueva era de hielo.


Biocombustibles


Los que se anticipan a la inevitable crisis del petróleo, inevitable más allá de las especulaciones teóricas señaladas más arriba, y otros que aceptan involucrarse en el tema, más pendientes de sus bolsillos ávidos que de lo pragmático del asunto, se vuelcan hacia los biocombustibles.

Una simple definición de biocombustible señala que se trata de aquellos que derivan de la biomasa, cosas que provienen de organismos vivos, como las plantas o el estiércol ("organismos recientemete vivos o sus deshechos metabólicos"). En palabras más fáciles, ateniéndonos a la real utilidad práctica, el biocombustible se hace con comida.

Tenemos que estrechar las manos del capitalismo desenfrenado e inconsciente que nos trajo hasta este punto, blandiendo industrializaciones sin criterio, contaminantes y destructivas en múltiples niveles: hoy estamos en el comienzo de una era podrida en la que los ricos andan en sus autos motorizados por comida, mientras un tercio del mundo se muere de hambre. Es genial.

Y no sólo eso: la producción de biocombustibles como el etanol o el biodiesel sólo podría reducir las emisiones de CO2 en un 50%, si, y sólo si, se emplean las técnicas apropiadas. Actualmente, la voracidad capitalista por el nuevo negocio y el nuevo mercado están conduciendo a la destrucción de grandes áreas de bosques para el cultivo del suelo. Los fertilizantes necesarios para el cultivo se producen con técnicas que involucran emisiones de grandes cantidades de dióxido de carbono, lo mismo que el procesamiento y refinación de la biomasa en plantas industriales de gran envergadura.

Es una idea estúpida y poco práctica. Los precios de la comida se elevarán hasta las nubes mientras la demanda se multiplica y la explotación se desenfrena.


Fin


Sinceramente, no sé cómo va a seguir esto. La especie humana no se caracteriza por su inteligencia tanto como por su avaricia especulativa.

Ahora, lo que resta es ver qué más dice la gente. Una de las mejores cosas que podemos hacer es enterarnos de lo que pasa, saber más del tema, y a lo mejor hacer algo si la curiosidad despierta.

Cambio climático

Biocombustible

Calentamiento global

Global warming

Circulación termohalina

Climate change

Blog Action Day (la iniciativa parece haber terminado con 15.000 blogs y 12.000.000 de lectores potenciales).



domingo, 14 de octubre de 2007

Tanatofilia 4

Nota (advertencia): lectura bajo su responsabilidad.

Cuando estaba en séptimo grado, o más o menos por entonces, siempre volvía caminando desde el colegio hasta la casa de mi abuela junto a un amigo. Bajábamos por la avenida San Juan y mi amigo doblaba en Perú, y después yo seguía hasta Bolívar o Defensa, donde doblaba hasta Cochabamba y caminaba tranquilamente por ahí hasta Paseo Colón.

Una vez, mientras caminábamos y hablábamos de las cosas que pueden hablar los chicos de esa edad, más o menos por esta época del año, supongo, porque estaba templado y había un sol impresionante en un cielo sin nubes, vi un ramo de rosas tirado en medio de la avenida. Estaba justo después de cruzar la calle Perú. Me acuerdo de haber pensado lo raro que era ese ramo de rosas tirado en medio de la avenida. Pero después, mientras me iba acercando y una vez que mi amigo había doblado en Perú, me di cuenta de que eso que parecía un ramo de rosas no era un ramo de rosas (y este es un buen lugar para que la mayoría de las personas deje de leer: que conste). Eso era medio perro, ni más ni menos.

Por supuesto que la imagen se me quedó bastante tiempo pegada en la memoria, pero hoy me acuerdo sólo de la anécdota. Y aunque no es una buena anécdota, es una de esas que hacen una especie de quiebre entre un antes y un después. Eso seguro. Pero no cuento esto para que se interprete un mecanismo de puesta en evidencia de una obsesión recurrente. No. Una interpretación de este tipo es ilícita. Porque muchas veces, cuando uno oye hablar a otro de este tipo de cosas, y con estos detalles (en este caso implícitos en la metáfora de un ramo de rosas, que, por otro lado, es algo muy estético, un ícono refinado en lugar de un objeto bastante mundano, como podría decir Peirce, a quien me vi obligado a estudiar bastante), asume sin demasiado juicio que tales palabras son fruto de un mal gusto o de un pensamiento triste. Eso es un prejuicio; el famoso pre juicio. Los que piensan así deberían conocer el suicidiario, y buscar la historia de Ciro Eugenio Milani.

Esto es algo distinto.

Esta anécdota no es tan importante tampoco, porque no fue esa la primera vez que veía un animal muerto. Los había visto antes, más de cerca, y los vi después, en muchas condiciones diferentes y diversos grados de destrucción, y los sigo viendo. ¿Quién no vio una paloma destrozada en medio de la calle? ¿No es una vista horrible?

Esta imagen marcó un antes y un después en términos más bien anatómicos, redefiniendo todo lo que uno hubiera podido pensar sobre la velocidad, los golpes, los traumatismos y los ramos de rosas que se salen de la florería o del jardín de una manera que uno jamás hubiera creído posible.

Yo soy una persona curiosa en un sentido que posiblemente sea bastante reprochable. Así es que hablo de estas cosas, y es por ser curioso y tener intrigas y querer averiguar, no por una obsesión con el tema. Y lo cierto es que no es un tema lindo, sino todo lo contrario, uno que más bien se aparta de cualquier conversación casual. Y es esto lo que me llama la atención. Porque yo creo que cuando uno se enfrenta con estas cosas nunca las puede asimilar de una forma más o menos civilizada.

Hay una forma más clara de decirlo.

El jueves había visto un perro vivo antes de cruzar la calle, y a mitad de camino sentí un aullido como si lo hubieran atropellado. Me di vuelta, lo vi arrastrar las patas de atrás y medio cuerpo, pero seguí caminando y divagué un rato. Me quedé con angustia (me gustan los animales, a pesar de todo lo que pueda llegar a decir), pensando si a lo mejor no lo había mordido el otro perro con el que andaba, o incluso creyendo que se hubiera lastimado al tropezarse donde había una alcantarilla. Llegué a preguntarme si de verdad existía la boca de una alcantarilla en esa vereda. Pero no sabía. ¿Cómo no iba a saberlo, si caminaba por ahí todas las mañanas? Se me ocurrió que probablemente sí, porque si de verdad habían atropellado a ese perro era muy probable que se hubieran llevado por delante la cabeza antes que las patas. Se arrastraba a la orilla de vereda, no en el medio de la calle. Caminaba yo todavía, pensando en esto, cuando no escuché más aullidos, y supuse que no había sido nada grave. A la tarde, mientras estaba yendo de vuelta a la misma intersección donde la avenida se junta con la calle de casas bajas, empecé a buscar el cuerpo de algún perro blanco tirado por ahí. Iba llegando a la esquina cuando vi un montoncito arrumbado sobre el descampado frente a un edificio de ladrillos abandonado, pero era una bolsa de basura. Tuve el corazón en la garganta hasta que distinguí de qué estaba hecho ese montoncito arrumbado. Cuando llegué a la parada del colectivo intenté no mirar hacia la vereda del frente, donde había visto horas antes al perro blanco. Era una de esas cosas que uno no quiere hacer, pero que sí quiere hacer en el fondo. Si lo hacía y lo encontraba me iba a angustiar, y si no lo hacía, probablemente me quedaría con la intriga de saber qué había pasado en realidad. Y eso era lo peor. Porque era quedarse con menos que nada. Así que miré. Lo busqué un montón pasando la vista por todos lados, por el tinglado de chapas torcidas que hace de refugio donde paran los colectivos, en el montón de pasto crecido a la vera de la ciudad deportiva de San Lorenzo, por el bulevar en medio de la avenida, hasta que lo encontré tirado en el mismo lugar que lo había visto retorcerse por última vez a la mañana. Estaba echado de medio lado sobre la franja de adoquines por donde fluyen las aguas podridas y aceitadas a la vera del pavimento de la avenida. Yo le alcanzaba a ver la espalda. Tenía un collar amarillo. Era una escena muy bizarra. No había ramo de rosas. El perro estaba como dormido. Pero yo sabía que no estaba dormido porque llovía, y hacía frío, y un perro no se hubiera echado a dormir entre las aguas podridas en un día de frío y lluvia (ni nunca, para tal caso). Era muy obvio. Es interesante la escena, saber que algo está muerto porque no hace lo que haría algo que estuviera vivo.

¿Te parece horrible leer esto? A mí también. A lo mejor te pasó lo mismo, o viste algo parecido. El que yo lo diga no lo hace ni más ni menos feo. Yo creo que es así. Me cuestiono por qué alguien habría de escribir algo así, pero la pregunta es por qué no habría uno de hacerlo. ¿Por qué no? El mal gusto no es razón suficiente. Cosas como estas pasan, y uno las presencia y no tiene más remedio. Uno no puede andar negando las cosas de la vida aduciendo "Ah, no, eso es de mal gusto", y borrando los recuerdos así nada más. Como si nada. Todo lo contrario: pienso que es necesario hablar de esto.

El que yo hubiera armado toda una estructura de argumentos y suposiciones, cuestionando si era cierto lo que había visto o no, el que no supiera si había una boca de alcantarilla y todo lo que pensé para no pensar lo que era obvio, demuestra lo alejado que uno está socialmente de estas cosas. Mi cordura y la entereza de mi estado mental (al menos respecto a las cuestiones tanatofílicas) se demuestra en eso.

Por eso los libros de autoayuda (algunos) se venden tanto. Llevan títulos como "Superando el duelo", o "¿Qué hacer? Se me murió mi mascota/marido/esposa/padre/madre/hijo: reflexiones para vivir", y cosas así. Si necesitás una guía práctica para lidiar con estas cuestiones es porque no existe un contacto verdadero con esas cuestiones. Pero lo peor de todo, es que cuando uno tiene, lamentablemente, un contacto con esas cuestiones, es probable que no asimile las perspectivas existenciales, o sobre la vida y la muerte, o lo que sea, para enfrentarlas en el futuro con mayor dignidad y entereza emocional. Uno las entierra y se las olvida. Por eso es interesante leer antropología, en vez de libros de autoayuda. Las formas de lidiar con las cuestiones de la muerte son muy distintas, a veces son hasta motivo de celebraciones, en el buen sentido.

Es probable que la televisión y el cine nos pueden llegar a alejar de estas cosas. Porque la muerte no es como aparece en las películas, y por eso yo creo que nos asustamos o nos disgustamos mucho cuando la vemos de cerca y en serio. Creemos que es una cosa, cuando en realidad es una muy distinta. Las verdaderas experiencias se ven reemplazadas por representaciones ficcionales, que terminan por llenarnos de terror y desesperación (ya había dicho algo de esto).

Si leíste hasta acá, es probable que necesites reírte un poco. Así que tengo dos lugares que podrías visitar: el blog no oficial de un fanático de Liniers, y el blog de Alberto Montt, un muy talentoso humorista gráfico que me hace descostillar de risa. Y a esta altura, voy a escribir una nota al comienzo de la entrada para advertir al posible lector que esto no es muy lindo de leer.

jueves, 11 de octubre de 2007

Visiones


Tenía que ir a trabajar.

Me bajo del colectivo en un lugar desolado, atravesado por franjas de intemperie y civilización: campo, avenida, bulevar, avenida, calle de casas bajas. Así es el camino. Apenas pasando el refugio de chapa que hace de parada de colectivos, había dos perros. Uno estaba echado entre los yuyos, el otro parado al lado suyo. Uno era blanco. El otro, marmolado. Se me hizo la idea de que el blanco era una perra y que el otro era el único pretendiente que ella dejaba estarle cerca. No los vi bien, salvo estos detalles. De la perra me acuerdo el hocico medio rosado, del marmolado la pinta desgreñada, y también me acuerdo de que llevaban puestos collares.

La avenida es ancha, transitada y salpicada de parches verdes de pastizales y árboles frondosos en una orilla, y de expresos y fletes en la otra, y en el bulevar del medio pastan caballos y yeguas y caballitos y de vez en cuando también unas ovejas. Supuse que los perros habían cruzado desde la forrajería y retozaban en los intervalos del amor desesperado y la libido frenética que el celo de ella despertaban en él.

Cruzaba la calle cuando sentí un aullido tremendo. Me di vuelta y vi que la perra lloraba. Se mantenía de pie con las patas de adelante, y arrastraba medio cuerpo y las dos patas de atrás, que se habían derrumbado. La perra giraba y lloraba. El perro marmolado la miraba desde la vereda.

No sentí una frenada. No sentí un golpe. No vi sangre. Me volví a dar media vuelta y seguí caminando. Al rato no sentí más llantos. Hay cosas que no soporto. Y cuando pasan, no sé qué aura extraña se traen, porque no sé si esto lo pasé o lo soñé esta mañana. Son como visiones.

Y yo sé que pasó. Pero así y todo, la sensación es otra.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Personalidad 2

Se ve que en Internet hay lugar para todo. Hasta tests de personalidad que aciertan bastante.

You are a Creator

Your imagination, confidence, willingness to explore, and appreciation of beauty make you a CREATOR.
Gracias.

You are independent, and you enjoy your self-sufficiency.
Más o menos.

Defying convention, you are very innovative, and you have a vivid imagination.
Cierto.

The look of things is important to you, and you have a keen eye for aesthetic beauty in multiple arenas.
También cierto. Aunque a veces no.

You have a strong interest in what is new and exciting—and that includes forging ahead with new ideas, not simply discovering what is already out there.
Verdad.

Your eagerness to seek new and varied experiences leads you into many different situations.
A veces malas.

You're not set on one way of doing things, and you are creative when it comes to finding novel solutions to complex problems.
Y a veces al revés.

You trust yourself to be innovative and resourceful.
Cierto. Igualmente, errar es humano.

Your confidence allows you to take your general awareness and channel it into creativity.
Por suerte.

You much prefer to have time to plan for things, feeling better with a schedule than with keeping plans up in the air until the last minute. Your decisions are well thought out, and you're not the least bit impulsive.
Depende.

You do your own thing when it comes to clothing, guided more by practical concerns than by other people's notions of style.
Ajá.

Generally, you believe that you control your life, and that external forces only play a limited role in determining what happens to you.
Depende.


If you want to be different:

No quiero. Gracias.

Appreciate the earthly, practical elements of things—there is beauty in form as well.
Seguro.

While you are good at thinking abstractly, focusing on details a bit more may help you discover things about the world.
Me fijo en los detalles.


how you relate to others



You are Generous


Your awareness of those around you, along with your nuanced perceptions of the world at large, makes you the GENEROUS person that you are.
Gracias.

You value time to yourself and understand how rich your private world can be—you know that you don't have to go wild to have a good time.
Seguro que sí.

You are excited and energized by ideas and often enjoy things more through observation than through experience.
Voyeur.

This tendency gives you an appreciation for different perspectives and opinions about the world.
Voyeur reflexivo.

Being as aware of others as you are doesn't mean you find it easy to trust them immediately—this is something that happens more slowly for you.
Verdad.

Despite this, you are aware of the complexities of many situations and are reluctant to pass judgments on others.
Depende.

Although you have fewer friendships than some people, those that you have are meaningful and are important to you.
Muy cierto.

You value spending time alone—it is while reflecting on the world around you that you often learn something new about yourself or begin to understand something that's been bothering you.
Muy cierto.


If you want to be different:

No. Gracias.

Given how attuned you are to others' thoughts and feelings, you might find that trusting people more is a way to broaden your perspective even further.

Soy desconfiado por naturaleza.

While you know how much can be learned from observing the world around you, remember that much of life can be lived by experiencing it, not just by understanding it.
Depende.


Tanatofilia 3

(Estaba escribiendo esto cuando se me ocurrió una mejor manera de enfocar la cosas y decir algo realmente interesante, pero eso todavía no está escrito, y esto quedó trunco abruptamente.)

Una de las cosas que se pueden aprender sin mucho esfuerzo viendo cine o leyendo libros, o estudiando sobre cine (viéndolo) o sobre libros (leyéndolos), es que la muerte de un personaje, o un protagonista, o todos los personajes, como es el caso de algunas obras, resulta ser un recurso muy flojo para cerrar muchas historias. Claro que "resulta" y "flojo" son términos que algunos espectadores o lectores no encontrarían ni acertados, ni pertinentes, y es probable que muchos no se fijen en esto tampoco. Para eso están los críticos: para arriesgarse a la indigestión de un final flojo y regurgitar sus opiniones al público potencial.

Pero la mayoría de los espectadores o lectores son capaces de reconocer los finales flojos y rechazarlos, más allá de que exista una cultura ávida que los reclama, o los fomente. Hay veces en que eso es una exigencia del género, y

martes, 9 de octubre de 2007

Compromisos

Hasta el momento, la iniciativa alcanza unos 8.033 blogs, incluyendo éste y muchos otros de habla hispana.

El cálculo estimado de la audiencia combinada de esos 8.033 blogs, es de cinco millones seiscientas mil personas (5.671.653), y sigue en aumento.



Se podrían objetar varias cosas a la propuesta, como su carácter de moda, haciendo referencia a algunas otras "obras/llamados de atención": películas como "El día después de mañana", el documental de Al Gore, "An inconvenient Truth", el otro documental, de (con) Leonardo DiCaprio, "The Eleventh Hour", el mega-recital "Live Earth" y demás.

Pero más allá de que se tilde todo esto de moda, ello no quita que sea una buena propuesta, y es justamente por estar de moda que la gente podría querer involucrarse con más interés, difundiendo la palabra. Pero tan cierto como que la gente quiere hacer un cambio, y este día 15 de octubre muchos van a escribir y muchos van a leer, es que el fin está más cerca de mañana que de hoy, y de hoy que de ayer.

A todos los interesados en recoger más información sobre el tema, pueden consultar la lista de blogs de habla castellana que con mucho esfuerzo parece haberse compilado en el blog del señor Ruiz.

jueves, 4 de octubre de 2007

Gramática 2


De nuevo, un error garrafal. De nuevo Infobae.

"Luego de el robo que sufriera en su casa y productora de Palermo Viejo...".

¿De el robo? ¿Qué? ¿Estamos en el secundario todavía?