martes, 17 de julio de 2007

In memoriam

En realidad es un poco tarde para lamentarse, pero yo todavía me acuerdo de lo que era (y se sentía) ser chico, inocente e ignorante de muchas cosas. Porque madurar no es algo fácil. La madurez es algo que se relaciona mucho menos con uno de lo que uno piensa. Yo creo que sólo es la medida en que uno se relaciona con lo que uno no es, y los demás son y las cosas son y el mundo es, y uno es más maduro, o por lo menos puede pretenderse más maduro o los demás dicen que uno es así, por cuanta mayor tolerancia tiene a las cosas que son adversas y negativas para uno. Pero aunque muchas veces sufrir sin decir nada signifique ser maduro, ser maduro es algo más que eso. Por supuesto que es mucho más que tomar decisiones propias y vivir solo y todas esas cosas que en algunas partes del mundo parecen estar estrechamente relacionadas con la madurez. "Independencia" puede ser sólo un aspecto, pero no lo es todo.

Desde mi propia experiencia (y es que nadie puede hablar desde un lugar que no sea la propia experiencia, por lo menos de estos temas, salvo que uno sea uno de esos académicos pretenciosos y soberbios), la madurez parece estar ligada con esto: aceptar con el mejor estoicismo que uno sea capaz de invocar todo lo que uno preferiría evitar hacer, toda relación con gente que uno quisiera matar de a momentos (en el mejor de los casos), y, tal vez lo más importante, anular cualquier exabrupto sentimental nueve de cada diez veces en que semejante arranque pudiera amenazar contra esas personas que uno preferiría matar pero se ve obligado no sólo a no hacerlo sino a convivir y relacionarse por virtud de que uno tiene que hacer cosas que preferiría evitar hacer, porque eso es ser maduro, y porque ser Peter Pan no es algo ni bien visto ni permitido.

Entre más años tenga uno, a menos hedonismo puede aspirar. El hecho también está en que madurar, muchas veces, significa abandonar creencias con las que uno se crió, como que mentir está mal, robar está mal y la honestidad se recompensa y toda esa guirnalda de estupideces. Evidentemente las clases de moral y buenas costumbres no sirven para nada, excepto que generar una gran desilusión a medida que pasan los años, como si fuera el reloj de una bomba de tiempo que cuenta para atrás sea un fin preciado entre la comunidad "adulta" que lo educa a uno en estas cuestiones que no tienen sentido.

Mucho más práctico (aunque seguramente menos pedagógico) sería enseñar que el mundo no es un lugar ideal para muchos seres vivos, especialmente los seres humanos. Que la mentira es una realidad. Que la gente se mata por cosas sin importancia. Que Papá Noel no existe. Que robar o matar o decir la verdad o el incesto o el fratricidio o el canibalismo no es bueno ni malo, porque todo depende desde dónde se lo mire. El que dude de esto puede sacudirse la ignorancia leyendo un libro de antropología, en particular aquellos que se rigen por la metodología etnográfica.

Así que uno tiene que prenderle una velita a la ignorancia y la inocencia infantiles. Y lidiar con la tortuosa muerte de las ideas ingenuas que uno tiene cuando es chico, como esa de que los bancos no son buenos porque prestan plata, de que el señor policía te va a cuidar, de que los adultos nos enseñan a no mentir para que cuando seamos grandes vivamos en un mundo civilizado donde se dice la verdad, se vive feliz y la gente se abraza por la calle, se saluda, se disculpa y trota por la vereda pisando pétalos de rosa que llueven del cielo.

¿Qué es ser maduro? Ser maduro es reconocer en el gesto del taxista que para el auto al lado de un chico de primaria mientras espera el colectivo, y le pregunta "¿Querés que te lleve?", un peligro inminente y no una demostración de la innata bondad de la gente. Nene: en esos momentos hay que ser educado y decir "No, gracias". A veces me pregunto qué clase de vida estaría viviendo ahora si me hubiera subido a ese taxi.

2 comentarios:

Sol! dijo...

Tantas veces me dijeron "sos tan madura". Sobre todo en la adolescencia, momento en el que el que no se caga de risa del de lentes es un nerd. A mí siempre me importó un rábano estar por fuera de las tribus. Pero nunca supe qué querían decir con "tan madura". Y no lo sé. Y ya no me importa, hace rato dejaron de importarme bastante la respuestas a todas mis preguntas.

Te mando un beso sincero, sin mascaritas ni nada, bien inmaduro y como los que dábamos en el jardín de infantes.

Vera F dijo...

supongo q la idea detrás de educar a los niños enseñándoles ese tipo de cosa es un poco hacer tu parte de fuerza para que cada vez mas y mas gente piense así, q mas allá de sonar un poco ingenuo no me parece del todo una mala idea.