martes, 8 de abril de 2008

Terapia barata

Existe un método simple y bastante económico para descubrir si uno se siente mal o molesto por algo que no sabría decir qué es. Es un método que está más cerca de la autoayuda que de una ciencia más o menos exacta como el psicoanálisis, y puede ser que a veces no funcione, o que no funcione lo bien que debería, o que traiga más problemas de los que podría llegar a resolver si funcionara. Pero nada de eso es motivo para no probarlo.

Elementos necesarios:

  1. Un amigo o amiga con un ligero problema emocional. Ayudaría mucho que la persona no sea demasiado extrovertida, o a lo mejor no sea demasiado amigo o amiga.
  2. Tener una sensación de disconformidad que uno no sabría decir exactamente a qué se debe.

Pasos a seguir:

  1. Contactar al amigo/amiga/persona conocida.
  2. Verificar que tiene un problema.
  3. Preguntarle qué le pasa. Y esto es lo importante:
  4. Si no dice nada, esquiva la cuestión, o dice que está todo bien cuando uno sabe muy bien que no, intentar adivinar el motivo.
  5. Lo más probable es que la sugerencia propia, aquello que se intenta adivinar, sea el problema, o el origen del problema, o las razones del malestar propio, o tenga alguna relación con eso.

Puede que la sugerencia no sea precisa la primera vez. No importa. Hay que seguir preguntando, pero siempre teniendo presente el problema propio, o el análisis del problema propio como objetivo. (De ahí se sigue que a veces esta técnica pueda traer más problemas de los que soluciona, y por eso es importante considerar personas no tan cercanas a uno para ensayar el método.)

Lo bueno es que esto funciona en sentido inverso, y llegado el caso que el uso de esta técnica traiga problemas, sería posible revertir el daño social que pudiera haber causado.

Elementos necesarios:

  1. Un amigo/amiga/persona conocida con un serio problema emocional que lo perturba/molesta/intriga, pero no sabría decir exactamente qué es.
  2. Tener un ligero conflicto interno/malestar emocional que suscite en el amigo/amiga/persona conocida no tanto una vacía palabra de consuelo, como una pregunta o sugerencia que pretenda indagar sobre las causas del malestar propio.

Pasos a seguir:

  1. Contactar al amigo/amiga/persona conocida.
  2. Verificar que el otro/otra tiene un serio problema emocional.
  3. Lucir disgustado/molesto/alterado/triste, o presa de cualquier otro estado emocional que, sabiendo uno, haría que el otro sintiera deseos de indagar acerca de ello.
  4. Escuchar sus sugerencias.
  5. Identificar en esa sugerencia la causa más probable de su problema.

Los pasos son exactamente los mismos de antes, sólo que al revés. Y si bien es posible que esta técnica tenga éxito y uno pueda ayudar a la otra persona, también es cierto que lo que uno pueda decir agrave el problema o no solucione nada. También puede pasar que uno dé en el blanco y adivine lo que está mal, pero el otro no lo reconozca abiertamente, ni de ninguna otra manera. 

No importa qué perfil de esta técnica uno decidiera utilizar, siempre es necesario estar muy atento a las sensaciones propias y ajenas.

No hay comentarios.: