Cuatro años es mucho tiempo para casi cualquier cosa. Para una persona, cuatro años son una eternidad si son chicos, y apenas un rato cuando son más grandes. En realidad, todo es bastante relativo. Cuatro años para una depresión es mucho. Cuatro años para un matrimonio es poco.
Cuatro años y cuarenta y cuatro días. Y 3.75 horas. O 1505,16 días. O 36.123,80 horas. Ahora, que son las 17.32.
Es un tiempo considerable. Sobre todo si uno lo dice en voz alta, y más todavía si usa la equivalencia de los días o de las horas.
A lo mejor es hora de decir adiós.
El blog se viste de rojo contra la envidia. Y las malas ondas. Que mañana van a llenar el aire alrededor mío, por lo menos.
Cuatro años y cuarenta y cuatro días. Y 3.75 horas. O 1505,16 días. O 36.123,80 horas. Ahora, que son las 17.32.
Es un tiempo considerable. Sobre todo si uno lo dice en voz alta, y más todavía si usa la equivalencia de los días o de las horas.
A lo mejor es hora de decir adiós.
El blog se viste de rojo contra la envidia. Y las malas ondas. Que mañana van a llenar el aire alrededor mío, por lo menos.
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